NUESTRA HISTORIA
PASADO
EL NACIMIENTO
Arte, artesanía, naturaleza y pedagogía Waldorf.
Fue esta poderosa combinación, junto con la experiencia de haber elaborado las maletas y loncheras para sus hijos Carlos y Rubens, que ingresaron en la Escuela Waldorf Rudolf Steiner en los años 90, lo que motivó a Antonio a comenzar a crear diferentes productos de cuero como estuches para crayones de cera, estuches para lápices de madera, estuche general, billeteras, llaveros, maletas y loncheras.
Celina, gran entusiasta de la pedagogía Waldorf, realizaba las ventas y el relacionamiento con los padres cuyos hijos estaban en diferentes escuelas Waldorf de Brasil y aprovechaba para compartir su experiencia como madre Waldorf.
Junto con el nacimiento de los primeros productos, también nació nuestro símbolo: una ardilla atenta admirando cuidadosamente una estrella, similar a la mirada curiosa y llena de creatividad de los niños al contemplar todas las formas, colores y posibilidades que vienen de los crayones y lápices dentro de los estuches de cuero.


PRESENTE
LA RENOVACIÓN
Después de 26 años encantando a niños, familias y comunidades Waldorf, se inicia un nuevo ciclo.
Con una nueva visión que combina el respeto y la admiración por los principios y la historia construida, con el deseo de impactar a más niños, familias y escuelas, Carlos decide unirse a sus padres en la jornada de construir una organización que pueda mantener la calidad y el sentimiento contagioso generado por sus productos, al mismo tiempo que permita llegar a más personas y escuelas.
El antiguo símbolo de la ardilla admirando la estrella se fortalece con un nombre que pasa a ser también el nombre de la organización: Esquiluz - la combinación de la ardilla, que trae la admiración y la curiosidad, con la luz, que representa la creatividad, el colorido, la inspiración, la oportunidad y la esperanza.
FUTURO
NUESTRO SUEÑO
Tenemos el sueño de que nuestra organización pueda servir a todas las personas y comunidades que estén interesadas y vean valor en nuestros productos y servicios actuales y futuros, independientemente de dónde se encuentren en el mundo.
Soñamos con poder conectar escuelas y comunidades Waldorf entre diferentes regiones, de diferentes culturas, y que estas conexiones puedan generar asociaciones y proyectos que permitan que más niños y jóvenes puedan comprender la pedagogía Waldorf.
En tiempos de cambios muy rápidos, transformaciones tecnológicas, productos desechables, relaciones superficiales y cuando el medio ambiente indica haber llegado a su límite, soñamos que nuestros productos y servicios puedan brindar a las personas profundidad, reflexión, pertenencia, alegría y equilibrio.
